sábado, 11 de julio de 2015

Se inauguraron los Juegos Panamericanos – Toronto 2015 – PanAm Games are officialy open

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La Ceremonia de Inauguración de los Juegos Panamericanos, producida por Cirque du Soleil, socio creativo oficial para la Ceremonia de Inauguración, habló del legado perdurable de las Primeras Naciones, de la bienvenida a culturas de todas partes del mundo, del poder inspirador de los atletas, y del legado orgulloso de los héroes del deporte canadiense, que pasaron su antorcha a una nueva generación de canadienses que compiten en los Juegos internacionales multideportivos más grandes de la historia de Canadá.

Información del torneo

“Estamos encantados de ser parte de los Juegos Panamericanos 2015, que celebran la humanidad, los deportes, la cultura, el valor y la excelencia”, explicó Yasmine Khalil, productora ejecutiva de la Ceremonia de Inauguración, y presidente de 45 DEGREES, la compañía de eventos especiales de Cirque du Soleil que realiza la Ceremonia de Inauguración. “Esta función única, creada exclusivamente para estos Juegos a lo largo de los últimos dos años, constituye la primera Ceremonia de Inauguración para Cirque du Soleil. Fue un esfuerzo en el que nos embarcamos con entusiasmo. Para producir este evento especial, el más grande para nosotros a la fecha, trabajamos de cerca con el equipo de TO2015 para crear una producción que representara a la región del Greater Golden Horseshoe, así como también la diversidad de Canadá”.

Frente a una audiencia en vivo de 45,000 personas que ya agotaron las localidades, con cientos de millones de hogares presenciando la emisión alrededor del mundo, una sensacional función recorrerá las raíces de la historia de Canadá, hasta las calles del Toronto moderno y el pináculo de la CN Tower.

Comenzó en el lugar en el que la historia humana de Canadá tuvo su origen: en las vidas, tradiciones y cultura de los pueblos indígenas, para luego ensancharse para incluir la diversidad multicultural de Canadá. En la representación de los pueblos del mundo, 21 grupos de baile, compuestos por 185 bailarines, incluyendo 20 bailarines de Primeras Naciones, desde los Mississaugas de la Primera Nación de New Credit, la Nación Métis de Ontario, las Seis Naciones de Grand River y la Nación Huron-Wendat, bailaron todos al unísono con los ritmos electrónicos de inspiración aborigen de DJ Shub.

La llama Panamericana llegó pronto, rompiendo con la tradición e iniciando la celebración. El equipo de relevos de 4 x 100 metros que puso a la nación a sus pies con su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, llevó la antorcha por las calles de Toronto, mostrando que el fuego sigue ardiendo, brillante, aunque un atleta pueda bajar el paso con la edad. Carl Chambers, Robert Esmie, Glenroy Gilbert, Bruny Surin y Donovan Bailey pasaron la llama Panamericana en su viaje desde el vecindario de Jane-Finch de Toronto, a lo más alto de la CN Tower. Surin corrió su etapa de relevo de la antorcha en la cumbre del EdgeWalk de la Torre, corriendo 356 metros a 1.168 pies por encima del suelo, y pasó la llama a Bailey, leyenda del atletismo canadiense.

Cuando Bailey vino desde atrás para ganar el oro en la carrera de los 100 metros de los Olímpicos de 1996, un comentarista televisivo dijo “vino de las nubes”. La historia se repitió a sí misma, literalmente, cuando la audiencia vio a Bailey dar la vuelta, con la antorcha en la mano, y saltar de la rampa de la CN Tower y lanzarse en paracaídas hasta el techo del estadio, antes de descender para entregar la llama para la Ceremonia de Inauguración.

Después de reunirse con sus compañeros de equipo de 1996, la llama fue entregada a una nueva generación cuando Bailey le dio la antorcha a Faith Zacharias, la clavadista canadiense que compite por el oro en los Juegos Panamericanos. Estos héroes canadienses crearon el marco idóneo para la llegada de la bandera canadiense, que fue escoltada por una guardia de honor de la RCMP, y acompañada por los sonidos de los músicos eclécticos Chilly Gonzales, Véronic DiCaire y de la Orquesta Sinfónica de Toronto. Fue la primera de las muchas banderas del Desfile de las Naciones, que guió al estadio a atletas, jueces y oficiales de las 41 delegaciones Panamericanas.

Después de que fueran izadas las banderas de los Juegos Panamericanos y de los Juegos Olímpicos, Saäd Rafi, director ejecutivo del Comité Organizador de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos TORONTO 2015 (TO2015), habló de los Juegos y del legado que dejarán detrás. “Los corazones de los canadienses son grandes. Se hinchan de orgullo con el país que amamos, pero también dejamos espacio para nuestro país de origen”, dijo Rafi. “El recuerdo de estos Juegos, y las bellas sedes que dejamos detrás, dirán a nuestros jóvenes en los años venideros: Inténtelo, vale la pena. Tengan esperanza, es lo correcto. Sean idealistas, es sabio”.

Luego el Dr. Julio C. Maglione, presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), les dio la bienvenida a los Juegos, a los atletas y a los visitantes. Se presentó un video en homenaje de Mario Vázquez Raña, quien falleció en 2015 y que era el presidente de la ODEPA en el momento de su muerte. Mario Vázquez Raña dedicó 40 años de su vida al deporte internacional. El Gobernador General, David Johnston, pronunció luego las palabras que todos estaban esperando oír: “Esta noche, declaro solemnemente inaugurados los XVII Juegos Panamericanos”.

Una brillante actuación final ilustró creativamente el crecimiento de Toronto hasta convertirse en una metrópolis moderna: el destino final de la llama Panamericana. La llama fue luego pasada por el extraordinario relevo formado por prominentes atletas canadienses.

Una reproducción del pebetero que representa los “Juegos para todos” fue ubicada en el estadio, y fue nombrada así porque su creación fue producto de una amplia consulta comunitaria que incluyó más de 300 personas de 30 comunidades. El pebetero se mantuvo apagado por un momento, mientras regresaba Faith Zacharias. Ella pasó la llama a Dana Wright, Charmaine Crooks, Jillian Richardson, Molly Killingbeck y Marita Payne-Wiggins, miembros del equipo canadiense de relevos de 4 x 400 metros que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 1984.

Pasar la llama a la “siguiente generación” tomó un significado especial y emotivo cuando Payne-Wiggins se reunió en el centro del escenario con su hijo, la estrella canadiense de baloncesto de la NBA, Andrew Wiggins. Wiggins corrió por el estadio para reunirse con el portador final de la antorcha, Steve Nash, uno de los atletas canadienses más reconocidos de todos los tiempos a nivel internacional, dos veces ganador del Premio al Jugador Más Valioso de la NBA y actual gerente general del equipo masculino sénior de baloncesto de Canadá.

Después de una histórica carrera fuera del estadio, Nash encendió un recipiente para transferir la llama al pebetero de los Juegos ubicado a los pies de la CN Tower. Con ambos pebeteros brillando (pebeteros orgullosamente forjados por trabajadores del acero de Arcelor Mittal Dofasco Hamilton), la multitud irrumpió en aplausos. Los atletas disfrutaron del momento, regocijándose en la atmósfera de acogida, vibrante y festiva. Mañana 6.100 atletas de 41 países y territorios comenzarán a competir en 36 deportes en las 15 comunidades anfitrionas de la región del Greater Golden Horseshoe.

The TORONTO 2015 Pan Am Games Opening Ceremony, produced by Cirque du Soleil, Official Creative Partner for the Opening Ceremony, spoke to the enduring legacy of First Nations, the welcoming of cultures from around the world, the inspirational power of athletes, and the proud legacy of Canadian sport heroes who passed the torch to a new generation of Canadians competing in the largest-ever international, multi-sport Games in Canada’s history.

Tournament’s info

“We are thrilled to be a part of the 2015 Pan Am Games, celebrating humanity, sports, culture, courage and excellence,” explained Yasmine Khalil, executive producer, Opening Ceremony, and president, 45 DEGREES, the Cirque du Soleil special events company delivering the Opening Ceremony. “This unique performance, created exclusively for these Games over the last two years, is the first Opening Ceremony for Cirque du Soleil. It was an endeavour we were excited to embark on. To produce our largest special event to date, we worked closely with the TO2015 team towards a production that represents the Greater Golden Horseshoe region as well as the diversity Canada has to offer.”

In front of a sold-out live audience of 45,000, with hundreds of millions of households watching the broadcast across the world, a breathtakingly spectacular performance ranged from the roots of Canada’s history, to the streets of modern-day Toronto to the pinnacle of the CN Tower.

It began where Canada’s human history originated — in the lives, traditions and culture of indigenous peoples, and broadened to include Canada’s multi-cultural diversity. Representing the peoples of the world, 21 dance groups comprising 185 dancers, including 20 First Nations dancers from the Mississaugas of the New Credit First Nation, Métis Nation of Ontario, the Six Nations of the Grand River and the Huron-Wendat Nation, all danced in unison to the aboriginal-inspired electronic rhythms of DJ Shub.

Breaking with tradition, the Pan Am flame arrived early, igniting the entire celebration. Showing that although an athlete may slow down with age, the fire continues to burn bright, the torch was carried through the streets of Toronto by the 4 x 100-metre relay team that brought a nation to its feet with a gold-medal performance at the Atlanta 1996 Olympic Games. Carl Chambers, Robert Esmie, Glenroy Gilbert, Bruny Surin and Donovan Bailey passed the Pan Am flame on its journey from Toronto’s Jane-Finch neighbourhood to the very top of the CN Tower. Surin ran his leg of the torch relay atop the Tower’s EdgeWalk, running 356 metres at 1,168 feet above the ground, passing the flame to Canadian track legend Bailey.

When Bailey came from behind to win gold in the 1996 Olympic 100-metre sprint, one television commentator said he “came from the clouds.” History repeated itself, literally, when the

audience saw Bailey turn, torch in hand, and BASE jump from the CN Tower as he floated by parachute to the stadium roof, before descending from the ceiling and delivering the flame to the Opening Ceremony.

After reuniting with his 1996 teammates, the flame was passed to a new generation, as Bailey handed the torch to Faith Zacharias, a Canadian diver vying for gold at the Pan Am Games. These Canadian heroes set the stage for the arrival of the Canadian flag, which was escorted by an RCMP honour guard, and accompanied by the sounds of eclectic musicians Chilly Gonzales, Véronic DiCaire and the Toronto Symphony Orchestra. It was the first of many flags as the Parade of Nations followed, leading athletes, judges and officials from the 41 Pan Am delegations into the stadium.

Following the raising of the Pan Am Games and Olympic Games flags, Saäd Rafi, TORONTO 2015 Pan Am/Parapan Am Games Organizing Committee (TO2015) chief executive officer, spoke of the excitement of the Games and the legacy they will leave. “Canadian hearts are big. They swell with pride in the country we love, but they leave room for the country of our origin,” said Rafi. “The memory of these Games, and the beautiful venues left behind, will say to our youth for years to come: To try is worthy. To be hopeful is right. To be idealistic is wise.”

Dr. Julio C. Maglione, president, Pan American Sports Organization (PASO), then welcomed athletes and visitors to the Games. A video tribute honoured the 2015 passing of Mario Vázquez Raña, who was PASO’s president at the time of his death and who dedicated 40 years of his life to international sport. Governor General David Johnston then said the words everyone had been waiting to hear: “Tonight, I solemnly declare open the 17th Pan American Games.”

A brilliant final performance creatively illustrated the growth of Toronto into a modern metropolis — the final destination for the Pan Am flame. The flame was then passed as part of a once-in-a-lifetime relay made up of prominent Canadian athletes.

A replica cauldron representing the “People’s Games” was located within the stadium, and was so named because its creation was the product of a broad, inclusive community consultation that included more than 300 individuals from 30 communities. The cauldron remained unlit for a moment, as Faith Zacharias returned. She passed the flame to Dana Wright, Charmaine Crooks, Jillian Richardson, Molly Killingbeck and Marita Payne-Wiggins, members of the Canadian 1984 Olympic silver medal 4 x 400-metre relay team.

Passing the flame to the “next generation” took on a special, emotional meaning as Payne-Wiggins was met at centre stage by her son, Canadian-born NBA basketball star Andrew Wiggins. Wiggins ran up the stadium steps to meet the final torchbearer, Steve Nash, one of the most internationally recognized Canadian athletes of all time, a two-time winner of the NBA’s Most Valuable Player Award and current general manager of Canada’s senior men’s basketball team.

After a historic run to outside the stadium, Nash ignited a bowl to transfer the flame to the Games cauldron located at the foot of the CN Tower. With both cauldrons gleaming — cauldrons proudly forged by ArcelorMittal Dofasco Hamilton steelworkers — the crowd erupted. The athletes soaked up the moment, basking in the welcoming, vibrant and joyful atmosphere. Tomorrow, 6,100 athletes from 41 countries and territories will begin competing in 36 sports in the 15 Host Communities of the Greater Golden Horseshoe region.

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